Los valores son metas deseables, estables a través de las situaciones y del tiempo, que varían en importancia, y que sirven como principios guía en la vida de las personas.

Los valores se van a diferenciar entre ellos por el tipo de motivación que expresan, señalando aquello que nos importa en la vida a cada uno de nosotros, para la posterior organización consciente de nuestras emociones, actitudes y conductas. Y la misma definición podemos usar, pero adaptándola a organizaciones. Lo que está claro que las organizaciones están sometidas a cambios estructurales brutales, que determinan caminar hacía una nueva etapa. 

En su teoría de valores, Schwartz define los valores como metas deseables, que varían en importancia y que sirven como principios en la vida de una persona o de otra entidad social. Si bien podemos decir que si hacemos énfasis en las características foco en lo social versus foco en lo individual, por una parte, y crecimiento versus autoprotección, por otra, determinamos que pueda existir una  relación entre los valores y el bienestar. 

Como hace Hellison, podemos relacionar dos valores al bienestar y al desarrollo personal, como son el esfuerzo y la autogestión y otros dos valores al desarrollo y la integración social. Como son el respeto a los sentimientos y los derechos de los demás; y la capacidad de escuchar y ponerse en el lugar de los otros. Esto, aplicado al cambio en las organizaciones, y la manera de afrontarlo, nos puede dar una guía y es lo que nosotros hacemos.